Dia 20. La Ensenada.

A las 8:00 hs sono el primer despertador, a los 10 mins el siguiente, y asi se sucediieron un par de veces mas los sonidos hasta que nos levantamos. Debiamos lavar ropa, pero la chava del hotel estaba usando el lavabo y dijo que mejor lo hicieramos a la noche, pero de ser asi, la ropa nunca se nos secaria para el siguiente dia (y a Limon ya le urgian playeras limpias) por lo que mandamos ropa a la lavanderia.

Fuimos a desayunar a una reposteria llamada Tutsys, donde por unas pocas Lempiras conseguimos un buen desayuno, panqueques y cafe. Saliendo de dicho lugar, fuimos rumbo a la parada de camiones que salen para Ensenada, encontramos el camion y subimos, debiamos esperar 30 mins para la salida, en eso nos dimos cuenta de que todo el pasaje del camion era de piel negra y no solo eso, sino que tambien hablaban un dialecto extraño similar al frances, creimos que se trataba del criole pero luego descubrimos que no, sino que era otro dialecto, pero no recordamos bien su nombre. Luego de unos 10 mins subio al camion una pareja de turistas, y ahi nos sentimos un poco mas en nuestro lugar. Llegamos a la playa (hermosa por cierto) no sin antes informarnos de a que hora pasaria el ultimo camion que nos llevaria de regreso, lo cual nos dijeron aconteceria a las 15:00 hs, dejandonos solo un par de horas para disfrutar del lugar. La pareja de turistas se alejo caminando por la arena y nosotros decidimos quedarnos cerca del lugar de donde salen los camiones. Llegando vimos que estaban reconstruyendo las palapitas, debido a que hacia unas semanas habia pasado la cola de un huracan. Preguntamos a un señor, quien resulto ser el dueño del lugar, y nos dijo que si le consumiamos algo, lo que fuere, nos dejaba quedarnos sin pagar pagar alquiler por la palapa, trato que aceptamos gustosos. El mar estaba hermoso, estuvimos largo rato en el agua, jugamos guerra de arena y como a la hora de estar adentro nos dimos cuenta de que eramos las unicas personas en toda la playa, exceptuando a la gente de ahi que estaba trabajando, y sin saber porque nos invadio cierta alegria. Al rato Anibal y Puma decidieron darse un lujo y tomarse una cerveza, a lo que Limon replico con un jugo de naranja. Como a las 15:00 hs nos acercamos a la parada de camiones y encontramos a estos otros dos turistas, que resultaron ser una pareja de artesanos compuesta por un español y una albanesa, platicamos un rato y cuando las esperanzas disminuian acerca de la venida del camion, este aparecio por el horizonte, subimos y volvimos a Tela.

Llegando a Tela decidimos buscar comida, compramos unas hamburguesas de pollo en un lugar llamado "Pollo Campesino" marca pirata de "Pollo Campero" (lugar muy reconocido por estas tierras). Luego de ahi, previo paso por el hotel para hacer necesidades, partimos hacia un muelle que habiamos visto anteriormente y que se encontraba un tantito alejado del centro. Caminamos por un boulevard, que la gente del lugar usa como recorrido para ejercitarse y llegamos con los ultimos rayos del sol al muelle, donde tomamos fotos de la transicion entre la culminacion del dia y los primeros reflejos de la luna. Luego, los tres nos quedamos observando el mar y el brillo que esta provocaba en el agua, otro de los magicos momentos de este viaje.